Aproximadamente la mitad de toda la energía que se gasta en cualquier hogar español es para calefacción. Como llega el otoño y el fresquito, me gustaría hablar de calefacción y ahorro de energía. Lo primero, recordar lo evidente, la energía más barata siempre es aquella que no se consume. Por lo que antes de pensar en ponernos una calefacción chachi piruli, nunca está de más pensar en los aislamientos de nuestra casa, o que el mes de enero no se inventó para ir en manga corta. Una vez claro esto, me gustaría hablaros de estufas de leña de alta eficiencia, por qué me gustan y cómo funcionan.
Soy un enamorado de las estufas de leña porque creo que el calor radiante de una estufa o el ver el fuego tiene algo de conectarnos con nuestras raíces y hacernos sentir en casa, que no tienen los radiadores de ningún tipo ni mucho menos los chorros de aire caliente. Las razones para elegir una calefacción de leña frente a otro tipo son muchas, pero me gustaría destacar el hecho de que una calefacción de leña de alta eficiencia junto a una gestión óptima de los bosques, dan lugar a una fuente de energía inacabable.
Existen multitud de formatos de estufas de alta eficiencia. La mayoría provienen tradicionalmente de las zonas del este y el norte de Europa, como las estufas rusas y las estufas finlandesas, aunque también hay diseños más modernos como las estufas rocket. Todas intentan ser lo más eficientes posibles basándose en dos procesos.
Una combustión a muy alta temperatura y con mucha turbulencia. La madera está compuesta de multitud de materiales, y no todos reaccionan con el oxígeno del aire a la misma temperatura. Esta reacción química que es la combustión de la madera tiene multitud de pasos intermedios, y finalmente deberá dar lugar a dióxido de carbono y agua exclusivamente. Pero para garantizar que todo el proceso termine es necesaria una temperatura muy elevada y una gran turbulencia para que le sea fácil al oxígeno encontrar combustible.
Es muy curioso observar que una estufa de alta eficiencia no genera humos. El humo no es más que compuestos sólidos y gaseosos que no se han podido quemar. Y que por lo tanto no solo no nos van a dar calorcito sino que pueden ser muy contaminantes. Una casita con humo que sale de su chimenea es una imagen bucólica pero ineficiente.
Una vez que ya tenemos el aire muy caliente resultado de la combustión necesitamos guardar ese calor. Para ello utilizamos un material con mucha inercia térmica es decir que sea muy pesado, de piedra, de barro, de ladrillo macizo o del material que sea, pero cuanto más masa mejor funcionará. Para que te hagas una idea una estufa rusa suele pesar del orden de una o dos toneladas.
Estos materiales se enfrían muy lentamente por lo que nos sirven de banco de calor. Lo acumulan mientras la estufa está encendida, y aunque se apague, continuan emitiendo calor pasado un tiempo largo. Hay casas que se pueden mantener cálidas encendiendo la estufa una sola vez al día.
Son un modelo de calefacción muy eficiente, que podemos llamar ecológico porque aprovechan toda la energía disponible en la madera liberando al ambiente la misma cantidad de CO2 que produciría esa madera al pudrirse en la naturaleza, pero también tienen sus inconvenientes, y no en todos los casos son recomendables. Un elemento con mucha inercia térmica tardará mucho en enfriarse, porque antes ha tardado mucho en calentarse. Si tu casa se calienta exclusivamente con estufas de alta eficiencia, es muy posible que tarde una hora o más en empezar a calentar. Lo cual por ejemplo para una residencia de fin de semana en la sierra, no es nada recomendable.
Y tú ¿Tienes alguna experiencia con estufas de alta eficiencia? ¿Te gustan? ¿No te gustan? Estoy deseando leer tus comentarios.
Artículo escrito por Rafael Escalera. Socio de Baubab Bioconstrucción

Y si haces una estufa con menos masa tardara menos en calentar y en enfriarse no? Con ladrillos o adobe de menos espesor podrian calentarse más rápido no?
Efectivamente Paula. Si tuviera menos masa se calentaría más rápido. Pero también más calor y más energía se escaparía por la chimenea. Es cuestión de valorar que es lo que necesitas.
Hola, me surgen muchos interrogantes sobre este interesante tema. Por ejemplo, ¿es posible hacer un horno (de pan) y una cocina como parte de un sistema de este tipo? Es decir, una estufa-horno-cocina todo en uno o en diferentes partes. Y si es así, en verano qué pasa? Nos asaremos de calor cada vez que queramos cocinar algo?
Me gusta la forma en la que redactas, muchas gracias, seguiré leyendo tu blog.
Este tipo de estufa es la versión, en la pared, del enroje romano que caldeaba el suelo. Pero, siendo evidentes sus ventajas, no veo que se la gente de organice para saber de ellas. Quizás les falte la estética de las estufas alemanas revestidas de azulejos (azulejos imposible de conseguir en España).
En la casa del pueblo. nos vendieron la calefacción de calor azul eléctrica como el chollo del siglo. A partir de entonces la electricidad subió a un ritmo imparable… tengo dos chimeneas de cassette insertable pero sin puertas. ¿Qué mejoras puedo hacer en ellas para sacarles un buen rendimiento?